La teoría del tren
Una manera de explicar o una aproximación acerca que nos paso con la Influenza A H1N1.
Por el Instituto Superior de Ciencias de la Salud (ISCS) y su CISED, (Centro de Investigación, en Salud, Educación y Deporte)
La influenza A viajo en avión, por alumnos de colegios privados que viajaron a EE.UU., estos casos están bien documentados por el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, también vino, hay que ser justo por varios turistas, por ejemplo hay casos demostrados de trabajadores de shopping de la Ciudad, era mediados de mayo del 2009.
Durante mayo en la Dirección General de Educación de Gestión Privada de CABA, gracias al interés de su Director se forma un equipo integrado por salud, educación y asociaciones intermedias que van dando normativas para las escuelas ante el contagio de los alumnos, comienza el cierre de los colegios.
El CISED crea ante lo inevitable de la pandemia un Programa de Información y Divulgación de la Influenza A en su página WEB, convencido que la educación y la información hacen la diferencia. Se tomaron como fuentes primarias de información a la OMS, OPS, CDC, ANLIS y el MSAL. Porque es mejor encender una luz, que maldecir la oscuridad. Era el 29 de mayo.
Como reguero de pólvora la infección comenzó en la zona norte de la CABA y se extendió en oleadas hacia el sur. El CISED del ISCS, previó la gravedad cuando advirtió a principios de junio que cuando cruzara la Avda. Rivadavia y llegara al sur de la ciudad comenzaría a mostrar su lado oscuro. Esto salió publicado en el diario La Nación el martes 16 de junio. Pero lo verdaderamente grave sería cuando avanzara al conurbano. Dado que las condiciones socioeconómicas y el acceso a la salud son totalmente diferentes a la población donde comenzó la epidemia en Argentina, ese mismo día, el Ministerio de Salud daba a conocer los primeros decesos.
Un mes y medio después, al 5 de julio las cifras son contundentes, 60 muertos, 6 de CABA, 42 del conurbano, 9 de Santa Fe, 2 de Misiones y 1 del área metropolitana, según datos oficiales, del informe Nº 61 del MSAL. Pero el Ministerio de Salud de Santa Fe nos dice algo diferente, los muertos son 18: 15 de Rosario, 2 de Santa Fe y 1 de Venado Tuerto con edades de 6 a 59 años, 11 mujeres y 7 hombres. Del total 12 tenían factores de riesgo y 6 no poseían patología previa. San Juan reporto el primer caso lo mismo que Neuquén, los casos serian entonces no 60, sino 71 (6 CABA, 42 Bs As., 1area metropolitana, 18 Santa Fe, 2 Misiones, 1 San Juan, 1 Neuquén)
¿Qué nos pasó? Una explicación posible es la teoría del tren. Las elecciones eran un tren que venía a alta velocidad, lo manejaba Graciela Ocaña, pero el tren no era de ella, el tren es del poder político. En el medio de la vía había un camión lleno de virus (como lobos hambrientos) y un colectivo lleno de argentinos. Exactamente 28.000.000 que iban a votar a miles de escuelas. El tren se llevó por delante a todos.
Antes del choque, diez días antes el ISCS comenzó a llamar al secretario privado de Ocaña, para decirle que había un esquema de bioseguridad con ocho barreras y cinco componentes de un plan de prevención. El martes 22 de junio en una reunión en el Ministerio de Educación de CABA por el Proyecto Ciudad Educativa se resolvió lanzar un póster para advertir a la sociedad del riesgo. El ISCS había creado tres días antes el Plan de prevención con tres componentes: 1- medidas para la escuela, 2-para los votantes y 3-para las autoridades de mesa. Se puede ver de manera completa en el Informe Nº 66 de este Programa.
Como no tenía respuesta, habla con la Consultora de Prensa Aldo Massó y le explica la situación y estos informaron a todos los medios masivos de comunicación el Plan de prevención del ISCS para las elecciones.
El miércoles 24 de junio el rector del ISCS viendo el inminente desenlace le escribe al CDC, a la OPS en los EE.UU. y a la OMS a través de su representante en Argentina, el programa de cuatro hojas que había armado. Le contestan rápidamente, en el curso de pocas horas, que lo van a estudiar y lo envían a consulta a expertos.
El domingo 28 de junio el tren choca contra el camión y el colectivo y miles de virus (lobos) andan sueltos por la ciudad y el país.
Así como cuando en la selva hay fieras sueltas, los animales guardan a sus crías en sus madrigueras. Se decreta el cierre de las escuelas el lunes 6 de julio, para proteger lo más sagrado, nuestros hijos.
Hasta que no pase la pandemia no es bueno discutir que paso. Después si.
Hoy hay que poner todo el esfuerzo, toda la estrategia en como mitigar, como minimizar los daños y proteger al mayor número posible de argentinos.
Se necesita conocer la verdad, los datos concretos y ciertos de la pandemia, sino cualquier decisión sería incorrecta. No se puede cerrar un país, si tal vez el área metropolitana ó el conurbano ó alguna ciudad allí donde la epidemia sea mayor, después de un serio diagnóstico epidemiológico. Tal vez en otra ciudad o pueblo con aislar a los enfermos se contenga el virus.
Necesitamos una estrategia, un líder que nos muestre el camino. Hoy hay falsos profetas, algunos nos decían que esta enfermedad no era grave, que era una gripe más, que no pasaba nada. No nos olvidemos que si un ciego guía a otro ciego ambos caerán en el pozo.
La estrategia y el plan está claramente marcada en el Plan Mundial de OMS para la Influenza A. Las medidas recomendadas, que deben llevar a cabo por las autoridades nacionales, se presentan agrupadas en fases 1 a 3, fase 4, fases 5 y 6, período posterior al punto máximo y período post-pandémico. Estas medidas organizan en cinco componentes básicos los preparativos y la respuesta:
1. La planificación y la coordinación;
2. La vigilancia y la evaluación de la situación;
3. La reducción de la diseminación de la enfermedad;
4. La continuidad de la atención de la salud;
5. Las comunicaciones.
El liderazgo del gobierno
Si bien todos los sectores de la sociedad están implicados en la preparación y la respuesta en la pandemia, el gobierno nacional es el líder natural de los esfuerzos globales de coordinación y comunicación. En su función de liderazgo, el gobierno central debe:
• Identificar, designar y dirigir al organismo coordinador de la preparación y las respuestas pandémicas;
• Promulgar o modificar la legislación y las políticas necesarias con el objeto de mantener y optimizar la preparación para la pandemia, desarrollar las capacidades y la respuesta en todos los sectores;
• Establecer prioridades y guiar la asignación y el destino de recursos a fin de cumplir las metas, según lo estipule el plan de preparación contra una pandemia de influenza de cada país;
• Proporcionar recursos complementarios destinados a la preparación nacional contra una pandemia, la creación de capacidad y las medidas de respuesta.
En la comunicación la OMS nos dice claramente que hacer: comunicarse con los medios de información, con el público y responder a las consultas.
Las comunicaciones deben basarse en los cinco principios descritos por la OMS en las Normas para la Comunicación de Brotes Epidemiológicos:
1- Planificación;
2- Confianza;
3- Transparencia;
4- Anuncios tempranos; y
5- Escuchar al público.
Dados los riesgos y las complejas percepciones asociadas con una pandemia de influenza, son insuficientes las estrategias de comunicación que se limitan a dar información sobre el brote y recomendaciones. El alcance y la complejidad de la tarea exigen un intercambio frecuente, transparente y proactivo de comunicación e información con la población, los socios y otros interesados directos acerca de la toma de decisiones, las recomendaciones sanitarias y la información afín.
Mientras todo el sistema de salud le pone el hombro a la crisis, se debe pensar como salimos, como mejorar.
Los orientales nos enseñan claramente, las crisis pueden ser oportunidades, en la resolución de este problema esta nuestro futuro.
Prof. Dr. Claudio Santa María
Rector