COINCIDENCIAS ENTRE RELEVAMIENTOS Y ANALISIS DE EXPERTOS EN CAPITAL Y GRAN BUENOS AIRES
LA “PRIMERA VEZ” CON PROSTITUTAS ES UN HABITO QUE SIGUE VIGENTE

Siempre se la consideró la única opción de iniciación sexual. Y luego se la creyó perimida. Dicen que está de moda contratar a una trabajadora sexual entre varios para el debut. Y que muchos chicos no se cuidan.

TODO UN CLASICO. La prostitución no pierde terreno. Y el debut sexual con prostitutas, tampoco, según estudios recientes.

Georgina Elustondo

Fue el camino obligado durante siglos. El paso inevitable, la única opción. Un paso que la sociedad creyó prácticamente desterrado en los últimos años. Pero no. La iniciación sexual de los varones con trabajadoras sexuales sigue vigente. Si bien muchos adolescentes debutan hoy con sus novias, la experiencia de una “primera vez” con prostitutas se sigue repitiendo en las nuevas generaciones.
La primera confirmación sobre el tema surgió de varios relevamientos realizados por expertos del Instituto Superior de Ciencias de la Salud (ISCS) en escuelas de Capital y el Gran Buenos Aires, que acumula el testimonio de 30.000 jóvenes. A partir de ese disparador, Clarín confirmó el dato entre expertos del Instituto Gino Germani, el Conicet, la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva, Coordinación Sida del Gobierno porteño, y también en la Asociación Argentina de Mujeres Meretrices (AMMAR).
Con tal insistencia asomaba el dato en las charlas de educación sexual que el ISCS da en los colegios que sus expertos decidieron entrevistar a prostitutas y travestis para charlar sobre el tema. “Durante más de un año recorrimos la zona roja de Palermo y logramos hablar en profundidad con 70 trabajadoras sexuales. Todas confirmaron que siguen atendiendo adolescentes y contaron cosas muy preocupantes, como que algunos piden pagar más caro para no usar preservativo”, contó a Clarín el doctor Claudio Santa María, al frente del Instituto y de la investigación.
«En las charlas con los chicos, todos de escuelas de la Ciudad, encontramos que está de moda contratar entre varios a una trabajadora sexual para iniciarse. En un colegio del Centro porteño 15 chicos habían debutado con la misma prostituta el mismo día para abaratar costos. Si esa mujer o algunos de ellos tenían VIH u otra enfermedad de transmisión sexual y no se cuidaron bien, estamos ante un grave problema sanitario», advierte Santa María.
También en los talleres de “Sexualidad, género y derechos” que ofrecen los profesionales de la Red Nacional de Jóvenes para la Salud Sexual se encuentran a diario con que el destierro del debut sexual con trabajadoras sexuales es un mito. “Ese hábito sigue vigente. Muchas veces los varones nos cuentan que se juntan para salir a bailar y antes, como una previa, van en grupo a tener sexo con prostitutas. Y otros lo hacen después del boliche. Esto se repite en varios colegios”, confió Diego Cal, coordinador de la Red.
Jorgelina Sosa, de AMMAR, lo corrobora: “Muchos adolescentes se inician con las novias, pero otros siguen debutando con trabajadoras sexuales. Bajó la cantidad, porque antes eran todos, pero seguimos atendiendo chicos desde 14 y 15 años.”
¿Por qué, pudiendo tener relaciones con pares, sin que medie el dinero sino el afecto o el gusto, muchos siguen optando por el sexo pago y con sentimientos al margen? «Influyen muchas cosas: desde la timidez hasta cierto goce por la sensación de poder», dicen los expertos. También siguen operando las presiones del grupo y la vieja costumbre de padres o tíos que llevan al chico a «hacerse hombre» a un prostíbulo. Increíblemente, en el siglo XXI muchos adultos siguen considerando que el ejercicio de la sexualidad es una prueba de masculinidad y que el debut con prostitutas es una experiencia de pasaje necesaria para el varón.
Cal encuentra otras explicaciones: «Los adolescentes no tienen capacidad de proyección ni sueños a largo plazo, todo se remite al hoy, a la inmediatez. Buscan lo exprés, no se ven construyendo un noviazgo, un vínculo estable, y tampoco quieren esperar los tiempos que demanda una relación hasta que llegue el sexo. También vemos que le huyen al compromiso y les cuesta admitir que pueden querer a alguien. Creen que todo lo sentimental es femenino.»
Ya un estudio realizado por las sociólogas Silvia Necchi y Martha Schufer en 1994 había alumbrado la vigencia de esta vieja práctica. De los 420 varones escolarizados de Capital que entrevistaron, el 41% se había iniciado con prostitutas. «Existe heterogeneidad en las conductas y circunstancias de la iniciación sexual: algunos se acercaron a un modelo de integración sexualidad/afectividad, otros actuaron por la cultura machista y se iniciaron de forma precoz y disociada, y otros lo hicieron provocados o seducidos, con escaso manejo de la situación», concluyeron.
Desde la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil advierten cambios que ameritan atención: «El adelantamiento de la menstruación, sumado a la multiplicación de estímulos externos, hace que los chicos tengan un nivel de erotización superior al de generaciones anteriores», explican. El problema es que la madurez mental y emocional no evolucionó a la par de las «hormonas», y pocos confían en que los chicos a los 14 o 15 años estén preparados para asumir la responsabilidad y el cuidado que el ejercicio de la sexualidad requiere y atreverse a contradecir «mandatos» que siguen calando hondo pese a tanto avance.


VIDA COTIDIANA:

INQUIETUD PROFESIONAL ANTE LA PRIMERA VEZ

La mitad de los chicos no se cuida en su debut sexual

VIEJO OFICIO. Un burdel en EE.UU. Según los expertos, cuando los jóvenes no se cuidan están planteando un desafío. (AP)

La preocupación frente a la protección durante el debut sexual no es exagerada. Un informe de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil publicado a fines de 2004 arrojó que una de cada tres adolescentes no se había cuidado al tener su primera relación sexual. Y que sólo la mitad de las que sí se habían protegido había usado preservativo.
«Las estadísticas nuestras, que coinciden con cifras de Estados Unidos, arrojan que la mitad de los chicos no se cuida al debutar y que dos de cada diez embarazos adolescentes ocurrieron al mes siguiente de la iniciación», agrega Claudio Santa María.
La doctora Silvana Weller, especialista de Coordinación Sida del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, asegura que los jóvenes tienen más conciencia que las generaciones anteriores y que se cuidan más cuando tienen relaciones con prostitutas. «Tiene que ver con un prejuicio que sigue operando. El discurso del conocido/desconocido sigue teniendo una vigencia enorme en la cabeza de la gente. Es una tontería, porque la única manera de saber si alguien tiene VIH es haciendo un test. No tiene fundamento pensar que hay menos riesgo cuando uno conoce a alguien, aunque es cierto que la promiscuidad multiplica el riesgo de contraer VIH», dice.
Para la psicóloga Matilde Boado, del Instituto Superior de Ciencias de la Salud, «la actitud de no usar preservativo aun sabiendo que se exponen al contagio del VIH, así como el alto consumo de alcohol y drogas, parecen responder a cierta posición sintomática con respecto a la ley. Cuando las conductas adolescentes se ubican tan al borde parecen ser una clara convocatoria a los adultos a ocupar un lugar de responsabilidad».
«Hay que tener en cuenta ÷añade÷ que los límites son pacificantes para la vida emocional del sujeto y que aquel que carece de éstos reclama que lo frenen a través de cualquier conducta provocadora o transgresora».